martes, 14 de mayo de 2024 06:17h.

El campesino que lucha contra una minera de Carlos Slim para impedir la desaparición de su pueblo

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El campesino muestra su propiedad derrumbada

La manera en que una minera propiedad del magnate Carlos Slim arrasó con un pueblo ubicado en el municipio de Mazapil, Zacatecas, al norte de México, es tan sólo un ejemplo de los daños ocasionados por la industria minera en complicidad con el gobierno.

Una historia de gente dispuesta a defender su hogar frente a la voracidad del capital trasnacional. Una historia que evidencia los conflictos sociales y ambientales provocados por la minería, actividad que sigue siendo prioritaria para el Estado mexicano pese a los pocos beneficios que genera. Una historia donde las grandes empresas mineras del país ni siquiera pagan impuestos.

Esta es la primera de dos partes de un reportaje en el que RT indagó a fondo el problema de la minería en México.

Roberto de la Rosa es el último guerrero de Salaverna, un pueblo derrumbado por una minera propiedad de quien fuera el hombre más rico del mundo.

"Yo digo que se defiende el pueblo a medida que uno lo quiera", afirma don Roberto. "La misma defensa de nuestro pueblo nos da valor para enfrentarnos a quien sea", agrega el campesino de 66 años de edad, mientras relata los estragos ocasionados por la Minera Frisco Tayahua, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, considerado en 2014 como el hombre más rico del mundo por la revista Forbes y quien hoy ocupa la séptima posición entre los más acaudalados del planeta.

La historia que relata don Roberto, es la historia de un pueblo que lucha contra la extinción, provocada por la voracidad de las grandes empresas mineras que operan en México desde hace décadas con apoyo del gobierno. Una historia que se repite con insistencia desde la instauración del modelo económico neoliberal a finales de la década de 1980, mismo que fomentó el despojo de comunidades enteras para beneficio de unos cuantos.